IGLESIA PARROQUIAL DE LA PUEBLA DE CASTRO

IGLESIA PARROQUIAL DE LA PUEBLA DE CASTRO

IMG_0841Construida en piedra y ladrillo en el siglo XVI, expresa a la perfección la transición entre el medievo y el Renacimiento, perviviendo en ella las formas del gótico tardío junto a elementos del nuevo lenguaje.

Se trata de un edificio de planta de cruz latina de una sola nave, construido a base de sillar, mampuesto y ladrillo. Consta de dos tramos, crucero y ábside. Los dos tramos de los pies están cubiertos con bóvedas estrelladas de terceletes y combados. En cuanto a los brazos del crucero (s. XVIII) y el ábside son de bóveda de lunetos y el cimborrio es esférico con dibujos en relieve y linterna.

La nave está rematada con galerías de arquillos de ladrillo, a modo de las galerías aragonesas, y de alero de dentellones, trabajado igualmente en ladrillo. En el lado del evangelio, y a los pies, se encuentra el acceso principal protegido por pórtico del siglo XVIII abierto con bóveda de casquete esférico. Respecto a la torre, está construida toda ella en sillería y consta de cuatro tramos y chapitel. Los tramos se encuentran separados por molduras ejecutadas en piedra y terminadas en las esquinas, en el tramo del campanario, en figuras talladas a modo de gárgolas. El remate de la torre es en chapitel octogonal y antepecho trabajado igualmente en piedra.

Aprovechando las obras de restauración de Iglesia Parroquial se adecuó la llamada Sacristía Vieja para el acomodo de los objetos de valor que dispone la parroquia. La colección abarca desde el siglo XIV hasta la década de los 1980. Sin duda, las realizaciones correspondientes a los siglos XVI, XVII, y XVIII forman, junto con las tablas góticas de San Pedro y San Pablo, el grueso principal, imponiendo no sólo por su antigüedad sino también por su calidad. Sin embargo, no podemos obviar ciertos objetos del siglo XIX y comienzos del XX, ejemplos de lenguajes modernistas, historicistas y eclécticos a caballo entra ambas centurias.

El retablo gótico que actualmente preside la iglesia de Santa Bárbara, procede de la ermita románica de San Román de Castro. La obra se desmontó en 1936 con motivo de la última guerra civil española, trasladándose las tablas a Ginebra (Suiza). Al finalizar la contienda fueron devueltas a la iglesia de La Puebla de Castro y se colocaron en el retablo de manera arbitraria. Del retablo faltan las piezas del sotabanco y del guardapolvo, que tenían elementos vegetales pintados, así como parte de su mazonería primitiva.

El retablo está compuesto por banco y cuerpo de cinco calles con tres pisos cada una, donde se distribuyen veinticuatro pinturas de diferentes temáticas. La obra se realizó entre los años 1495 y 1500 e intervinieron dos talleres de pintura distintos. En el colorido predominan los tonos rojizos, azulados, verdosos y los dorados. Uno de los principales maestros pintores se cree que fue el artista de los Países Bajos Juan de Lovaina al juzgar por la firma que hay en una de las escenas pictóricas. El resto de tablas están vinculadas a modelos derivados de Bartolomé Bermejo, Miguel Jiménez y Martín Bernat.

El retablo está bajo de advocación de San Román de Antioquia, personaje de holgada posición que padeció varios tormentos hacia el año 310, en tiempos del emperador Galerio: los garfios, la hoguera, le cortaron la lengua y, finalmente, fue estrangulado. Además de estar dedicado a la historia del santo, narra una historia de la Infancia de Jesús y otras de la Pasión y muerte. Completan el conjunto apóstoles y padres de la Iglesia.