BASÍLICA DE LA PEÑA DE GRAUS

BASÍLICA DE LA PEÑA DE GRAUS

IMG_4749Se encuentra ubicada bajo la peña del Morral (Muro Alto), en la que se situaba el antiguo castillo árabe que vigilaba Graus.

La Basílica de Nuestra Señora la Virgen de la Peña es un templo realizado en dos etapas artísticas diferentes, entre los siglos XVI y el XVII.

Se accede a ella por un claustro con arcos de medio punto que alberga el púlpito desde el cual, cuenta la leyenda, predicaba San Vicente Ferrer.

La tradición habla de que en el siglo XIII fue hallada una imagen de la Virgen en una oquedad de la roca, de ahí su nombre, por lo que decidieron levantar una capilla en su honor. Actualmente sólo se conserva un muro que sirve de basamento a la basílica.

De estilo renacentista goza del titulo de Basilical y de similares privilegios que la Iglesia de San Juan de Letrán de Roma. La Iglesia se construyó en 1538 y sus obras duraron hasta 1543, fecha que aparece representada en una de las basas de las columnas de la portada. Los arquitectos fueron Juan Zeant y Juan de la Mata.

La portada, se abre a partir de un arco de medio punto enmarcado por dos columnas acanaladas que sostienen un frontón, en el que por duplicado aparece el antiguo escudo de la villa, sobre esta entrada encontramos una bóveda de crucería original de las dos que todavía se conservan. Todo el conjunto aparece decorado con diversos elementos vegetales y con cabezas de animales y querubines.

Desde el pórtico se accede, además de a la iglesia, a la Capilla de San Juan de Letrán. Esta capilla posee una bóveda estrellada y alberga un retablo, de traza barroca, cuya imagen principal es Cristo crucificado.

El interior de la iglesia basilical presenta una sola nave de planta de salón con bóveda de crucería estrellada (no original ya que la que ahora podemos ver data de la reconstrucción llevada a cabo en 1940), levantada sobre una cripta. Artísticamente no presenta nada destacable ya que todos sus retablos fueron quemados en la Guerra Civil. Tan sólo aparece en el muro de la derecha una lapida funeraria con estatua orante del año 1654 que recuerda el enterramiento del obispo Esteban de Esmir, importante mecenas de la construcción. Sobre la cabecera de la iglesia se sustenta la torre campanario de planta cuadrada que adopta forma hexagonal en la parte superior. Destaca el rosetón que se abre hacia el este, de reminiscencias góticas. La imagen de la Virgen que se venera es una talla de madera que hasta hace algunos años presentaba  una capa policroma que le ha sido eliminada, dejándola en su estado original. Representa a la Virgen Madre, de pie, llevando a su Hijo en brazos, realizada por el escultor Felipe Coscolla. Bajo el coro, localizado a los pies de la iglesia, se encuentra el cuadro pintado por Davalillo que representa el momento en el que San Vicente Ferrer donó el crucifijo a la villa. A ambos lados del mismo están las imágenes de San Isidro Labrador y San Ramón Nonato. En la iglesia pueden verse además las imágenes de San Antonio de Padua y la de San José.

En el exterior, podemos disfrutar de un singular claustro presidido por el centenario olmo al pie de la amplia escalinata que da acceso al atrio.El claustro confiere junto a la roca una extraordinaria belleza. La galería se abre por una serie de arcos de medio punto, en total diecisiete que se apoyan en unas columnas helicoidales. Se abre al interior mediante seis arcadas de medio punto rebajado que se apoyan en columnas hexagonales con capiteles en los que destacan las inscripciones en griego, haciendo alusión a Dios. Fue terminado en 1.650, lo que le confiere un cambio en la estética de construcción del edificio en estilo barroco. También destaca el pozo rematado por el anagrama de María y una puerta adintelada que da paso a la cripta, la cual posee una bóveda de crucería.

En la década de los setenta se realizó un importante proceso de restauración de la hospedería y que en la actualidad, en sus dependencias, se puede contemplar una interesante exposición permanente de iconos ortodoxos.