IGLESIA PARROQUIAL DE CAPELLA

Dedicada a San Martín de Tours, se sitúa en la parte más elevada del pueblo. De la primitiva iglesia, posiblemente situada dentro del recinto de su castillo, se tienen las primeras noticias por el otorgamiento que Ramiro I hizo al monasterio de San Victorián entre los años 1056 y 1068.

Construcción de una sola nave rectangular con ábside en hemiciclo realizada en el siglo XIII en románico tardío de influencias cistercienses, fue ampliada con tres capillas en sus laterales, desvirtuando su aspecto original. La edificación está realizada en sillares medianos pero bien terminados, con marcas de cantería y aparejos en perfectas hileras. Se terminó, según reza en una inscripción en su interior en 1744, momento en el que se añadió la torre sobre la cabecera.

El ábside, realizado en correcta sillería, es semicircular, rematado por una cornisa apoyada en unas ménsulas esculturadas con rosetas, rollos y hojas de roble.

La puerta de entrada presenta un aspecto abocinado, estructurada de dentro a fuera por un arco de medio punto dovelado, seguido de dos arquivoltas lobulares que descansan sobre sendos capiteles de los que han desaparecido los fustes, y una tercera que descansa sobre el propio muro y que se decora con puntas de diamante. En todo su recorrido presenta una línea seguida de imposta decorada con sencillos roleos, a base de motivos enrollados. Los capiteles presentan una decoración a base de hojas de palma de gran sencillez. El único elemento figurativo es un ángel en el intradós del montante derecho. En el otro montante presenta un motivo ornamental parecido a una serpiente.

En el muro de poniente hay una puerta tabicada que comunicaba la iglesia con el antiguo cementerio. Es de arco de medio punto dovelado que conserva un crismón trinitario sobre ella. También en ese muro se observa una ventana cegada que podría corresponder al antiguo campanario de la iglesia románica.

Poseía varios retablos de notable importancia, pero sólo uno se conserva, el retablo principal de la iglesia, de magnífica presencia y dedicado a San Martín de Tours.

El retablo se desarrolla una estructura historiada donde se narra la vida del santo y escenas de la vida de la Virgen y Pasión de Cristo. Consta de 18 tablas distribuidas en cuatro calles y un banco. En 1936 tuvo que ser desmontado desapareciendo el armazón y los adornos que lo componían. Se montó de nuevo dándole un aspecto más parecido al original, pero alterando alguna disposición y otras que habían desaparecido. Esta obra fue realizada por el pintor Pedro Nuñez o Nunyes, que de las dos maneras aparece escrito, ya que, aunque de origen portugués, vivía afincado en Barcelona. Fue este maestro autor impulsor del cuatrocentismo catalán, así como asesor de Formet en sus retablos. El de Capella fue contratado el nueve de abril de 1527, según se desprende del escrito que todavía se conserva.La historia de San Martín de Tours se desarrolla en el siglo IV. Nacido en una región actualmente perteneciente a Hungría, se crió en Italia donde prestó servicios militares. Cuenta la leyenda que fue durante uno de sus viajes como soldado cuando, en la ciudad de Amiens, ofreció la mitad de su capa a un mendigo que estaba a punto de morir de frío. También dice la leyenda que esa noche se le apareció Jesús en sueños, cubierto por esa misma capa, por lo que decide dedicar su vida a la Iglesia. Al morir el obispo de Tours se fama se había extendido tanto que fue aclamado popularmente para ocupar el puesto. Una vez muerto, su cuerpo fue embarcado y remolcado por el río hasta la ciudad de Tours. Cuentan que, a medida que el barco pasaba con sus restos, siendo ya otoño, los árboles y la vegetación de las orillas reverdecían. Por ello, es conocido actualmente ese momento de ascenso de temperaturas en el final del otoño como el veranillo de San Martín. Las escenas que decoran el retablo muestran aspectos de la vida del santo, como el instante en el que parte su capa para dársela a un mendigo, su consagración como obispo de Tours, un milagro de San Martín ocurrido en un funeral; relacionados con Jesús y la Virgen, como la Anunciación, la Natividad, la Adoración de los Reyes Magos, la Resurrección, la Ascensión de Jesús, la Venida del Espíritu Santo, el Tránsito de la Virgen y su coronación como reina del cielo. En el banco se representan momentos de la Pasión y muerte de Cristo, mientras que en los laterales están las imágenes de San Pedro y San Pablo.